A mil explosiones por minuto
La más rápida sabe que no se trata de velocidad.
Ella sabe que se trata de la emoción del peligro, de vivir el filo de la muerte; Adrenalina bombeando por el cuerpo, los sentidos estimulados, la condición óptima de hardware y bioware.
Las calles por detrás, a su merced, se deformaban como en una burbuja cuando contemplaba su ruta a través del cristal luminiscente, dentro de su casco. El HUD minimalista brillaba suavemente con sugerencias azuladas de sus opciones: prediciendo resultados, calculando riesgos.
Recorriendo las calles abarrotadas, conduciendo entre carros y autobuses por igual, Nora sentía su corazón palpitar a una setenta constante, con el ocasional pico en los ochentas cuando ponía a prueba su suerte o se arriesgaba por demás. Ésta era la experiencia verdadera de la vida, la forma única en que uno podía percibirlo todo: La manera en que el tiempo se escurría, lento pero seguro, y cómo el destino último era una presencia que perseguía a todos por detrás, sin importar dónde fueran a esconderse.
A veces, era difícil distinguir si era la muerte quién la perseguía a ella, o viceversa.
Pensamientos oscuros. Ella no podía permitirse dejarse llevar por ellos. En su lugar, buscó en su interior el combustible que la motivaba.
Mientras pasaba por una callejuela, podía leer números, rutas, distancias, aceleración, velocidad; todo cuanto podía ser accedido por RAI a petición a la vez que mantenía la atención en su entorno. Ella estaba tan enfocada que dió un salto cuando la voz de Horacio resonó dentro de su casco, haciendo que el HUD parpadeara en el segmento donde veía sus signos vitales: pulsaciones superando los ochenta.
"Cómo va todo por el centro?" Preguntaba una voz alegre muy profunda, con un tono barítono por encima de los agudos ruidos de su motocicleta.
"La Calle Principal es un desastre. No creo que pueda llegar a tiempo si tengo que rodearla." Respondió Nora.
"Vas a mandarte, nomás?" Horacio sonaba más entretenido que preocupado.
"Obvio, Horus"
Los parlantes retumbaron con la risotada de Horacio. Nora podía sentir cómo provenía del centro de su estómago, dibujando una sonrisa en su rostro, oculto por el casco. Invisible para el resto del mundo.
"RAI, cuáles son mis opciones?"
La Racing Artificial Intelligence (o Inteligencia Artificial de Ruta) replicó con emoción, con su monotono reemplazado por la nueva actualización de Nora.
"El embotellamiento de la Calle Principal debe ser evitado a toda costa y las rutas alternativas, como es de esperarse, se encuentran abarrotadas cual si fueran cuellos de botella. La Plaza República y tu boulevard favorito son también imposibles: demasiados peatones."
El día del samaritano debería estar prohibido. Pensó Nora.
Dando un suspiro, respondió "Todavía hablas como un robot, RAI"
"Mis disculpas, Nora. No he sido programado para representar o retratar emociones humanas."
"Si, lo has sido. Deja de tomarme el pelo"
"JAJAJAJA! Creía que te tenía. Ahora en serio, hay 32.677% de posibilidades de que puedas cruzar. Te conviene tomar el puente."
"El puente es muy lento!"
"No si vas por encima"
No pudo contenerse más. Su sonrisa se extendió y celebró con un grito que asustó a Horacio.
"Por los Siete Atrios! Cuál es tu problema?!"
"No es nada, Horus. Sólo es el nuevo parche de RAI, es chévere ahora!"
"Ahhhhh, respecto a eso: Puede ser que RAI me esté dando indicaciones raras?"
Nora giró a la izquierda en la intersección. Mejor aprovechar de esta nueva IA y ponerla a prueba.
"Obvio, Horus. Ése es el punto, que encuentre nuevas rutas"
"Ésas no son rutas, Nora. Me está pidiendo que conduzca por las paredes!"
Doblar a la derecha al final de la calle. Nora sabía que hacía falta habilidad para driftear esa esquina y cortar camino a, según su HUD, 188 kilómetros por hora. Y ella era la mejor.
"No te gusta? Va muy bien con mi estilo!"
"Bueno, si tu estilo se basa en asustar a las personas, entonces no! No me gusta..."
Ella se deslizaba entre las calles como si ningún obstáculo pudiese detenerla, a mil explosiones por minuto, el motor ronroneaba bajo su peso cálidamente a la vez que las ruedas chirriaban con cada vuelta.
Y entonces, delante suyo, pudo ver el puente del Foso del Diablo.
El cristal luminiscente se iluminó con un patrón caleidoscópico, indicando una ruta que sólamente un desquiciado tomaría.
Nora revisó su HUD:
Fuel: ¾ & Ready
NO2: Full & Ready
Suspension: Light & Ready
Wheel Grip: Tight & Ready
Jumper: Loaded & Ready
"RAI: Tiempo de colisión"
ETA - 00:00:12.256
"Sin horas ni minutos"
ETA - 11.784
Su ritmo cardíaco se encendió de nuevo, la voz de Horacio decía algo, pero sonaba ahogada y sus oídos se resentían ante estridencia al ritmo del HUD.
"Apaga signos vitales"
Su visión se aclaró donde su pulso se podía ver hace un segundo. Los números en su hardware la distraían, así que los apagó también.
ETA - 8.338
"Nora! Qué estás haciendo?!"
"Apaga el comunicador"
"Nor-!"
La voz de su amigo se perdió en el vacío del ruido blanco.
No hay vuelta atrás ahora
ETA - 6.124
Sólo quedaban el tiempo estimado y el curso de colisión.
Sin aceleración, sin velocidad. El reino de los instintos no daba lugar a una fracción de segundo para arruinarlo todo.
ETA - 5.225
"Activa el conmutador vertical"
No ocurrió nada.
Nora flotó.
Gritó.
Se deslizó y derrapó.
Y entonces, a 3.547, con un movimiento de muñeca, presionó el botón de activación. En el preciso momento en que sintió el cambio de dirección transfirió su peso hacia el suelo, inclinándose por completo, cayendo sobre la pared, elevándose lista para saltar.
Activó otro dispositivo con su pulgar y los propulsores despegaron su moto por los aires.
El mundo dió vueltas alrededor de ella.
Fuegos artificiales destellaban en las calles, la congregación a sus pies deambulaba a un compás que se sentía ridículamente estático para ella.
Vació sus pulmones.
"WOoooooohoo!"
La suspención cedió, la horquilla se acomodó, las ruedas se impulsaron.
Había aterrizado en el techo del puente.
La ejecución era la personificación de la perfección.
"Okey RAI, puedes restaurar mi HUD"